Los investigadores de Mayo Clinic descubrieron que algunas características estructurales sutiles de los riñones de los donantes vivos, las cuales solo es posible ver en el microscopio, pueden predecir el riesgo del fracaso del trasplante en el receptor. Los resultados están publicados en Internet, en la revista de la Sociedad Americana de Nefrología.
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Creemos que esas anomalías sutiles en el riñón de un donante vivo pueden hacer a ese órgano más susceptible a un futuro fallo en los receptores. Estos resultados importantes quizás brinden una perspectiva sobre factores pronósticos aún no reconocidos, pero que intervienen en el fracaso del trasplante renal en un receptor, comenta el Dr. Naim Issa nefrólogo de Mayo Clinic y autor principal del estudio.
El año pasado fue un año récord en la donación de órganos vivos en Estados Unidos, con casi 7400 trasplantes de donantes vivos, informa la Red para la Obtención y Trasplante de Órganos. Sin embargo, las necesidades todavía son mayores que la cantidad de donantes deseosos de ayudar, pues en Estados Unidos, hay casi 95 000 personas en espera de un trasplante de riñón que salve sus vidas.
Hay que cuidarse e ir al doctor
El Dr. Issa dice que para los pacientes que necesitan un trasplante renal, la mejor alternativa es encontrar un donante vivo, debido a que los riñones de donantes vivos suelen durar más tiempo que los de donantes fallecidos y a que los resultados después de la donación en vivo de un riñón son estupendos.
Al evaluar la calidad del riñón donado, los expertos en trasplante generalmente se basan en información del donante, como edad, factores de riesgo y función renal. Además, los donantes se someten a extensos análisis médicos con el fin de verificar que estén suficientemente sanos para donar. No obstante, algunos receptores se ven expuestos al fracaso del trasplante antes que otros.
Como parte del estudio, un equipo de investigación dirigido por el nefrólogo de Mayo Clinic Dr. Andrew Rule y el Dr. Issa evaluó a 2293 parejas de donantes y receptores. Después de la extirpación de los riñones para trasplantarlos en los receptores, el equipo hizo biopsias en los órganos donados y, con base en esa investigación, observó unas pocas características estructurales que pueden afectar la esperanza de vida del riñón después del trasplante.
Estas sutiles características estructurales son las siguientes:
· Fibrosis mínima en el riñón. · Endurecimiento de los vasos sanguíneos del riñón. · Mayor tamaño de las nefronas renales, que son las unidades funcionales microscópicas del riñón.
Es preciso investigar más estas sutiles características estructurales, así como el papel que la respuesta inmunitaria desempeña en el daño de un riñón trasplantado. Esperamos que nuestros resultados cumplan alguna función en el futuro para ayudar a prolongar el tiempo de duración de los trasplantes de riñón, concluye el Dr. Issa.
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El estudio contó para su financiamiento con el apoyo del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.